"Encontres", exposición junto a Pere Campins y Albert Jaime en el espacio polivalente "Mezanina", situado en Gracia (Barcelona). La inauguración fue muy maja, llena de amigos y con mi querido Tom Jobim sonando de fondo.
“Maderas y Motivos” Robert c. díaz A Lázaro Ginarte, escultor cubano… (“Encontres” / Pintura y Escultura / Expo. Colectiva / Barcelona, Catalunya / 28-Febrer – 15- Mar) … En tiempos donde el arte y su apreciación se conjuran junto el impávido pretexto de ser una suerte de “muñeca” abatida a plomazo limpio con los artilugios de un cielo plástico, el alma metalizada, la consciencia medida por el rasero de lo que cargan los bolsillos, el “glamour” “plasticado” en un cuerpo de silicona y un “país Hollywood” trepado 24 horas a la puta cabeza (tan puta diría)… en momentos en que “rozar los encantos del arte” es sinónimo de epidemia o rarezas de mal gusto… cuando tantas miserias miserables se circunscriben a cuatro brochazos (muchas veces financiados por las dictaduras del alma, y de las otras también)… en fin, cuando desde un tibio candil aparece la sutileza de lo genuino, la fábula del oficio pensado, la fascinación extrovertida por aquello que Stravinski llamara “la conflagración de la Primavera” y que en esencia resulta una única forma consciente de agarrarse a la vida y sobrevivir aferrado a ese instinto mágico que trae consigo el artista junto a su diario quehacer, la “romántica” pirueta de hacer labor y de rebote hacer parir la maravilla… La exquisita fragancia de dejar constancia tras su paso existencial y, de paso, exponerse tal cual, al natural, en este caso, entre macizos cedrales, en lajas de ébano y caoba, en los tonos y hebras de Amaranto, en la coloratura de leños de Jiquíes, Guayacanes y Jacarandas y así, como si nada, ir multiplicando formas y texturas con la tan ametrallada y a su vez, silvestre cadencia de ver moldear con sus manos el fruto de sudores y pasiones, ensimismado en el disfrute exclusivo de la obra… cuando todo o algo de esto sucede es que entonces, sin dudas: estamos (casi para siempre) ante el reino espartano del escultor cubano Lázaro Ginarte y el oasis frugal de su sensibilidad creativa, acaso una de las aristas reflejada en todas y cada una de las piezas y que tan nítidamente conforman el leitmotiv de esta muestra, dedicada en su totalidad a lo que Ginanrte ha concebido como sus “Encuentres”… Y es precisamente del hito de esta confluencia, de la coherente disposición de las piezas en el formato serie y sobre todo, de esta particular manera con que el artista logra hilvanar la tesitura de la muestra, donde nace la paradoja en la que, tanto el oficio como la riqueza y diversidad temática asumidas, hace que, , al primer vistazo, los “Encuentres” expuestos se circunscriban en recrear la hechura y el acabado de un “diálogo visual”, de tono plural y variopinto. Una condición que, por igual, y de inmediato salta a la luz, a través de la lectura formal y conceptual del conjunto de la muestra. Un recorrido de líneas y formas dinámicas, a través de un conjunto de piezas en el que sólo cabe el disfrute pleno y, si me lo permiten, de paso, la interminable osadía de soltar un “I wish you were here” reflexivo y cómplice, quizás como excusa, luego de tan penitente e involuntaria ausencia…Porque ya era hora!!!… Aunque, a decir verdad, el arte también gusta de tener como recompensa, la gratitud de vivir el encanto de tales enigmas…Y es lo que toca: Enhorabuena Gallego!!!
“Maderas y Motivos”
ResponderEliminarRobert c. díaz
A Lázaro Ginarte, escultor cubano…
(“Encontres” / Pintura y Escultura / Expo. Colectiva / Barcelona, Catalunya / 28-Febrer – 15- Mar)
… En tiempos donde el arte y su apreciación se conjuran junto el impávido pretexto de ser una suerte de “muñeca” abatida a plomazo limpio con los artilugios de un cielo plástico, el alma metalizada, la consciencia medida por el rasero de lo que cargan los bolsillos, el “glamour” “plasticado” en un cuerpo de silicona y un “país Hollywood” trepado 24 horas a la puta cabeza (tan puta diría)… en momentos en que “rozar los encantos del arte” es sinónimo de epidemia o rarezas de mal gusto… cuando tantas miserias miserables se circunscriben a cuatro brochazos (muchas veces financiados por las dictaduras del alma, y de las otras también)… en fin, cuando desde un tibio candil aparece la sutileza de lo genuino, la fábula del oficio pensado, la fascinación extrovertida por aquello que Stravinski llamara “la conflagración de la Primavera” y que en esencia resulta una única forma consciente de agarrarse a la vida y sobrevivir aferrado a ese instinto mágico que trae consigo el artista junto a su diario quehacer, la “romántica” pirueta de hacer labor y de rebote hacer parir la maravilla… La exquisita fragancia de dejar constancia tras su paso existencial y, de paso, exponerse tal cual, al natural, en este caso, entre macizos cedrales, en lajas de ébano y caoba, en los tonos y hebras de Amaranto, en la coloratura de leños de Jiquíes, Guayacanes y Jacarandas y así, como si nada, ir multiplicando formas y texturas con la tan ametrallada y a su vez, silvestre cadencia de ver moldear con sus manos el fruto de sudores y pasiones, ensimismado en el disfrute exclusivo de la obra… cuando todo o algo de esto sucede es que entonces, sin dudas: estamos (casi para siempre) ante el reino espartano del escultor cubano Lázaro Ginarte y el oasis frugal de su sensibilidad creativa, acaso una de las aristas reflejada en todas y cada una de las piezas y que tan nítidamente conforman el leitmotiv de esta muestra, dedicada en su totalidad a lo que Ginanrte ha concebido como sus “Encuentres”… Y es precisamente del hito de esta confluencia, de la coherente disposición de las piezas en el formato serie y sobre todo, de esta particular manera con que el artista logra hilvanar la tesitura de la muestra, donde nace la paradoja en la que, tanto el oficio como la riqueza y diversidad temática asumidas, hace que, , al primer vistazo, los “Encuentres” expuestos se circunscriban en recrear la hechura y el acabado de un “diálogo visual”, de tono plural y variopinto. Una condición que, por igual, y de inmediato salta a la luz, a través de la lectura formal y conceptual del conjunto de la muestra. Un recorrido de líneas y formas dinámicas, a través de un conjunto de piezas en el que sólo cabe el disfrute pleno y, si me lo permiten, de paso, la interminable osadía de soltar un “I wish you were here” reflexivo y cómplice, quizás como excusa, luego de tan penitente e involuntaria ausencia…Porque ya era hora!!!… Aunque, a decir verdad, el arte también gusta de tener como recompensa, la gratitud de vivir el encanto de tales enigmas…Y es lo que toca: Enhorabuena Gallego!!!